viernes, 15 de junio de 2007

De vez en cuando

De vez en cuando, entre esta cascada sonora de teclados que vomitan números sin sentido, entre esos bostezos discursivos al lado de la maquinita de café, de vez en cuando, digo, hay algo por lo cual vale la pena venir a esta oficina.
Alguien apoya sus manos en mi escritorio. Mi mirada trepa por su cuerpo hasta dar con su rostro. Es mi teamleader. Otra vez. Sé lo que va a decir pero finjo una expresión de desconcierto. –¿Sí…?
Se suena el cuello, intentando tranquilizarse. –Mandaste un mail.
Frunzo los labios para contener la sonrisa. –Mandé varios mails.
–A RRHH. Por el almuerzo con el jefe.- individualiza- Mandaste un mail.
–¡Ah…!- digo, como para denotar sorpresa- Es que fue un premio que me gané y nunca me lo dieron.
Se vuelve a sonar el cuello. Si él tuviera algo de alma desearía encastrarme un hacha vikinga entre los ojos. Pero sólo se suena el cuello. –Te lo dieron. Te lo di. Yo. Te di la dirección y no fuiste. Dejaste plantado al jefe.
–Nunca me diste la dirección.
Se rasca la nuca, nervioso. –¡No puedo creer que hayas mandado otro mail a RRHH!- dice, en un tono histérico, agudo. Trata de toser, para ocultar su exabrupto.
Varios se ríen. –¡Tosé como un hombre!- le gritan.
Mira desesperado tratando de reconocer quién fue. Pero sólo encuentra el sonido de los teclados y alguna risa apagada. Gira hacia mí. –Querés que me rajen, es eso.
Finjo revisar algo del trabajo para elegir bien las palabras. –Sólo quiero lo que me corresponde. Y me corresponde ese almuerzo.
–¡Pero te di la dirección!- repite, con el mismo tonito.
–¡Hablá como un hombre!- le gritan.
Estira su cuello y mira alrededor, como una suricata borracha de odio. –Eso no se queda así.- me dice y se va con un paso enojado, torpe. Una galería de risas lo escolta.
Voy a buscar un café para poder sonreír finalmente sin contenerme. Me la encuentro a la recepcionista. Logro sobrevivir a su perfume y la saludo.
–¿Sabés?- me dice ella- Estuve pensando en lo que me dijiste en el almuerzo y creo que estaría bueno. ..
De vez en cuando, dije, hay algo por lo cual vale la pena venir a esta oficina.

18 comentarios:

Wilfredo Rosas dijo...

¡Gracias Damián por ser mi Wikipedia!

anilina dijo...

todo por un miserable plato con un personaje de dudosa simpatía, si al menos ese esfuerzo implicara la promesa de un ascenso...

Wilfredo Rosas dijo...

Ay, Anila... Lea los post anteriores. Nada me interesa tan poco como almorzar con mi jefe.

MM dijo...

Dejate. Es más rápido.

Mrs BlueSky dijo...

Gracias por pasarte. Interesante blog con extrañas aventuras oficinisticas :)
Saludos
Georgina

El Señor de las Anecdotas (pero sin elfos) dijo...

Wilfredo es usted mi heroe. y te cuento que te leemos con mi mujer en casa porque nos identificamos con tus odios y nos cagamos de risa de nosotros mismos. quizas por eso te agregue a mis links jajajjajaja!!!!

lo que le estas haciendo a tu teamleader es simplemente brillante, algo que esta mas alla de la perfeccion. me quito el sombrero ante ti amigo.

Faco dijo...

Le venía a decir que me encantaba sin reproches éste capítulo, pero algo me hace ruido... en De todas formas rompe el papelito con la dirección del almuerzo ejecutivo y dice que tiene con quién almorzar ese día... ¿no había ido ya, entonces, con la recepcionista? Digo nomás...

Eso aparte, sigue brillante, como siempre.

Wilfredo Rosas dijo...

Caballero Faco, nunca confirmé que ese día había ido con la recepcionista. Ni nunca negué que la posibilidad de haber almorzado dos veces con ella.
Como siempre, un placer tenerlo por acá.

Euge! dijo...

cuanto coraje en hacer eso, jaja

Anónimo dijo...

Hola! =) Gracias por pasarse por mi blog! Si,estoy de acuerdo con lo que dijo sobre que en el arte no se debe mirar lo material...,ya que es puro sentimiento..pero es inevitable debido al mundo en el cúal nos encontramos!
He leido sus relatos oficinistas..,me parecen entretenidos! =) Siga así!


Saludines,que este muy bien!

Anónimo dijo...

un laberinto
...de venganzas
que bosteza
se despereza
late, respira y crece
con cada post

Anónimo dijo...

jajjaajaj,muy buena tu actitud frente a tu teamleader!!!!!!!
ajaajaja
saludos

chicosoquete dijo...

lo único que me choca es la palabra teamleader. Más allá de eso, muy bien.

BuBulina dijo...

Ja! Esa es la actitud!!!! Me pareció brillante lo que hiciste a tu "teamleader" (me resulta rara esa palabra... no estoy acostumbrada a escucharla para nada!!)
Y si... siempre hay una luz en el final de un túnel oscuro (digo... por lo de la recepcionista)
Gracias por tu visita!!

Beso!

Anónimo dijo...

El viejo recurso de la negación consciente...¡qué manera de meter en problemas a tu superior inmediato! ¿Te ganaste un nuevo enemigo o cierto reconocimiento de la susodicha recepcionista? Tal vez las dos cosas.

Saludos cordiales.

MontserraT MurieL dijo...

bueno la verdad que no se puede quejar mucho..
reniegue de la oficina ..si renegar lo hace descargarse de esta manera..
yo aplaudo!

me mori jajajaj

muy bueno
saludetes

Sandra S. dijo...

Jajajaj que buena.me encanta ese toque de indiferencia...más rabia le da a uno.....
Ahora esperar que onda, con la conversacion con la recepcionista!!!

Anónimo dijo...

Estimado Wilfredo hoy he leido detenidamente tu blog y te puedo decir que por mucho menos de lo que has pasado tu yo ya hubiera asesinado!!!!!
Y en cuanto al amor imposible animo!!!!!!!