viernes, 4 de abril de 2008

El Increíble Wulk

Hoy me siento putito.
Dejo de buscar videos de Upright Citizens Brigade en YouTube y pierdo mi mirada en la ventana. Una mariposa con las alas bañadas de sol revolotea afuera. La miro y, apacible, suspiro. Pronto esta delicadez es interrumpida por la marimacho del Patova que se levanta de su asiento y se pone entre mis ojos y la mariposa.
Me echo hacia atrás, sobresaltado. Es como estar mirando compenetradamente Mujercitas para que, en la mitad de un diálogo entre Josephine y Beth, se aparezca Rambo escupiendo sangre y granadas.
–¿Y a vos qué te pasa? ¿Te asusté?- patotea la marimacho. Niego con la cabeza y recorro el ventanal buscando la mariposa perdida en el gris. Hoy estoy putito, dije. No la encuentro. Quizás siga atrás de la marimacho que, por algún motivo, no se sienta. –Te hablé a vos.- insiste.
Giro hacia atrás. Gutiérrez no está. Seguramente fue al baño a leer una novela rusa. Entonces, vuelvo hacia el Patova. Me está mirando. –¿A mí?- pregunto.
Ella asiente con la cabeza. –Tranquilito vos, paja.- advierte, levantando apenas la visera de su gorra. Sí, el Patova usa gorra en la oficina.
–Yo estoy tranquilo.- digo, mientras siento que la ropa al putito le empieza a quedar ajustada y que, a través de la camisa que se está descosiendo, se puede ver piel verde. Mejor que se siente, pienso. Que se siente y no me diga nada. Que no me ponga nervioso.
La marimacho del Patova baja la visera de su gorra. –Ah, mejor.- gruñe, acribillándome con la mirada.
Una lástima. Me gustaba esta camisa. En tan solo un rugido radiactivo y verde, la camisa se despedaza y el putito Wilfredo se convierte en el Increíble Wulk.
–Amazon te está hablando mal de mí, ¿no?- digo.
–¿Qué?
Frunzo los labios. –¿Sos el hombrecito que la protege?- burlo. El Increíble Wulk será gigante y verde pero es poco elocuente.
Se saca la gorra, vaticinando la tempestad. –Mirá, pedazo de pelotudo—
–Qué caballero.- interrumpo, por lo bajo. Por las dudas. De esta manera pienso que lo único que se escucharán son sus insultos. Y mi cuerpo inerte cayendo al piso.
Paz gira desesperado hacia mí. –Pero creí que no querías que nadie supiera.- acusa, dolido, terriblemente dolido, ya que podría haber mostrado esa foto a setenta personas y no sólo a diez como hizo.
Me distrajo. Paz me distrajo. Cuando me doy cuenta ya es inevitable.
Mientras el puño del Patova viene hacia mi mandíbula miro hacia la ventana y ahí está. La mariposa que, bañada de sol, revolotea entre el gris. Qué hermosa manera de desmayarse

12 comentarios:

Anónimo dijo...

ESA ES LA CACHETADA DEFINITIVA!

La Mar en Coche dijo...

que bueno seria ser como chuk norris en esots casos...
:P
saludos.

Anónimo dijo...

bueno, ya que es viernes por qué no nos das una yapa contándonos cómo llegaron a esto? la cosa ya está más que interesante y para el lunes seguramente van a surgir nuevos acontecimientos que harán que no nos enteremos qué pasó!!!osas

Anónimo dijo...

Tremendo!

Anónimo dijo...

deja de echarle la culpa a paz confesa que te estabas escabullendo cual insepto.

Anónimo dijo...

y dale con los labios frunzidos hehehe

No, en serio esta muy bueno el blog. Solo que siempre terminas con los labios asi.

Ceci Fernandez dijo...

Que pasó con el nuevo? me quedé con la picaaaa=P

InfameMary dijo...

Qué lindo debe ser tener un chongo que te defienda!

Anónimo dijo...

Hola Will, hace tiempo q no pasaba. Por lo menos lo último q viste fue la mariposa y no la cara de Patova.

Paula Cejas dijo...

Sos un groso.

Tendrias que hacer una pelicula.

Silvina dijo...

Cheeeeeeeeeee!!!!!!!!!!!


Es la segunda trompada del patova o recuerdo mal???????


Cuánta violencia de parte de ese engendro!! La van a tener que sancionar mal... porque no es la primera!

Además ya se había trompeado con Amazon hace tiempo, no? jajjaj


Saludos!

Benjuí dijo...

(Me choca que utilices un estereotipo sexista para definir a ese monstruo de la Patova, que es monstruo por su mala uva, no por su orientación sexual, creo).