Trabajar un feriado, como hoy, tiene cierta gracia. En verdad, no. Pero creerlo es lo único que me hace sobrevivir.
Hoy que Buenos Aires está desnuda de coches, de oficinistas, bocinas y cadetes, hoy, decía, que la ciudad está vestida de un gris burdo y de un frío criminal, tuve que abandonar la multitudinaria suerte de quedarse en la cama para venir acá.
Pero existen ciertos detalles, aclaré ya, que me hacen sobrevivir semejante destiempo.
Para empezar, el viaje.
Casi que es un placer viajar en subte.
Pero más aún.
Cuando es feriado no llevo libro, ni música. Me dedico a contemplar a los pocos que están conmigo en el vagón del subte. Me imagino quiénes irán a trabajar, cuáles van a lo de sus parejas, o quizás a lo de un familiar. O al cine. O tal vez a su plaza preferida a leer el diario que llevan bajo el brazo.
Después, las facturas.
En los feriados siempre traemos facturas -se las afanen o no el Brontosaurio... o la recepcionista-. Volver social al desayuno es una manera de sobrevivir la angustia de estar acá. Se desperezan los diálogos, se pasan los mates, nos teñimos de compañerismo. Por más que el Bronto se afane tres medialunas sin haber pagado.
También suma el hecho que el único local abierto para salir a almorzar es el McDonalds. O Burguer, sino. Y confieso que esa porquería ensanguchada me puede.
Luego, la gente en la calle.
Siento que nos une un sentimiento común, un respeto inusual, el de estar trabajando cuando no deberíamos.
Y finalmente, el menos poético hecho que me pagan el doble por venir acá. Hecho sin el cual no sé si toleraría toda la poesía. Triste pero cierto.
Hasta pronto
-
Como habrán notado, las historias de Donato quedaron en almanaques pasados.
Los invito a pasar por https://www.facebook.com/safarijirafas donde estoy
subien...
Hace 10 años
16 comentarios:
Wilfredo, no se disculpe que le gusta cobrar el doble.
El dinero no hace la felicidad pero calma los nervios y le puede facilitar invitar a la recepcionista a algún lado.
A propósito, ya se recuperó la muchacha?
Frase celebre esa de "el dinero no hace la felicidad: la compra hecha".
feliz dia man pues. comparto la angustia laburante desde el norte latinoamericano. liberarte a huevo es esto. gracias por la alegria, y me gustaria que postees algun viejo mail de alguna fiesta emeceiense. salud
muy bueno tu blog...
me conseguis a mi un par de golosinas d ela infancia?
Se agradece.
¡Está nevando!
¡Y yo acá!
¡Nada cierra!
no entendí lo de las facturas hasta que me acordé que sos argentino. nosotros les decimos bizcochos, y facturas les decimos a los recibos.
Bueno por lo menos el bajón tiene su recompensa...
Espero que hayas podido disfrutar de la nieve al salir de la oficina.
Besos Wilfredo.
P.D: Se recuperó la recepcionista?
Ay que feo haberse perdido la nieve, Wilfredo, lo compadezco. Y creame que le entiendo perfecto lo que dice. El sentirse medio nabo y medio sólo y abandonado se palia, a medias, por estar acompañado de gente en la misma medianabez, que ya no estará sola. Cuando hay humanos alrededor la cosa se torna distinta.
Y quedarse mudos frente al espectáculo blanco, me imagino que une bastante.
es real, hay un complicismo implicito en el ambiente.
igual me gustaria tener tu incentivo, a mi ni siquiera me pagan las horas extras!!
Triste pero necesario mi amigo.
He tenido un fucking trabajo en el que trabajaba todos los feriados y es muy cierto lo que comentas… como que los pocos trabajadores que se cruzan en la calle ya no son “los estupidos que no te dejan cruzar Córdoba en paz”, sino “los guerreros del esfuerzo que, como vos, se rompen trabajando mientras otros ven el agua nieve por televisión”
Un saludo.
Me tome la libertad de tomar uno de tus textos para recitarlo.
http://ayerllovianhaikus.blogspot.com/2007/07/variete.html
Tambien me tome la coca-cola de la heladera y me tome todo el cafe.
Muy bueno este blog.
Me siento identificado con lo de "oficinista atrapado"
Pues yo también lo soy.
Atrapado entre "couchings" "señorities" "semi seniors" ""gestiones" "FYI""la compañía", mails con copia, mails que dicen "como hablamos por teléfono" (para engramparte), chupamedias y demases.
En todas las épocas hay gente que queda atrapada en algún lugar imperante. En Grecia era la política. En Roma, la política o el ejército, o eras un esclavo. En el Renacimiento era el arte. En el siglo nuestro, la empresa.
Bueno, nada, es que me gustó tu blog.
Saludos y gracias por linkearme.
Tuve un comentario del señor Kioskerman... estoy a punto de llorar de la emoción.
¡¡¡¡Puta que vale la pena estar vivo...!!!!
tu lo has hecho, amigo!
Estamos todos atrapados, dentro ó fuera de la oficina!
(textos muy buenos! Saludos!)
no puedo creer que te perdiste la nieve!!!
Publicar un comentario