viernes, 6 de julio de 2007

Inesperado

Le decimos Bronto, o Brontosaurio.
El tipo es interminable. Cuatro hombres abrazados. Cinco, ponele que cinco. Desde que llegó, un año y pico atrás, lo vimos crecer. Como padres, pero sin quererlo ni un poco. Cuando entró pesaría unos 90 kilos. Y ahora, te digo, es cinco hombres abrazados. Si no seis.
Pero no lo jodo por gordo, porque el yanqui de Jason es nueve tipos abrazados y ni bola. Al Bronto lo jodo por imbécil.
Ejemplifiquemos.
El tipo es tan feo que su rostro pareciera cubista. Le faltan dientes y, los que tiene, los tiene torcidos. Está medio pelado pero se peina de todas formas con gel, en un corte medio modernoso. Y así y todo tiene el descaro de criticar al cuerpo de cuanta mujer ve, señalando un rollito acá, una celulitis allá. Lo que él llama imperfecciones. Tiene el descaro de decir que a la recepcionista le falta gimnasio. Tiene el descaro de vivir.
Y tiene el descaro de afanarnos la comida. Porque es él. Seguro que es él. Lo veo saliendo de la cocina, siempre masticando algo. Seguro es él. Dace tiempo que, cuando compramos algo de comer y lo guardamos en la heladera, no lo encontramos como lo dejamos. Siempre desaparece una medialuna. O un sándwich de miga.
Y ya estoy cansado.
Hoy compramos medialunas. Sobraron dos. Sé que nadie las va a ir a buscar a la heladera pero las envuelvo. El Bronto seguro va ir a afanarse una. Miro alrededor. La saco de mi cajón y la guardo en mi bolsillo.
Voy a la cocina. Vacía. Perfecto. Me fijo a través del reflejo de la máquina de café a ver si viene alguien. Nadie. Las desenvuelvo. Saco la aguja de mi bolsillo. Esa que llené en mi casa con un laxante que a veces toma mi vieja. Inyecto a las medialunas. Miro por el reflejo. Guardo la aguja. Vuelvo a envolver las medialunas. Las guardo.
Y vuelvo. Y espero. Espero al Bronto, corriendo desesperado de la cocina hacia el baño. Espero. Juego a un partido de solitario mientras tanto. De reojo. No quiero perdérmelo. Maldito Brontosaurio. Levanto la mirada. Ahí está. Veo a la víctima. Corre hacia el baño. Es la recepcionista. Inesperado.

20 comentarios:

El Señor de las Anecdotas (pero sin elfos) dijo...

NOoooooooooooooooooooOOOOOOOoooooooooOOOOOOOOOOoooooooooOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Maldito destino!!! MALDITOO!!!!
que injusticia shakesperiana!!!

Ariana Aaron dijo...

Bueno, che, por lo menos despu�s de la diarrea, a la recepcionista no le va a hacer faltar ir al gimnasio (je je je)

valentina* dijo...

Jaaaa!
Pobre!
Las vueltas del destino son así...
Q se le va acher.
salute
val

Medias Negras dijo...

En todas las oficinas pasa lo mismo??? Acá todos le echaban la culpa a un señor mayor, todos sospechaban de él. De repente lo jubilaron, pero la comida seguía apareciendo mordisqueada... Será un espíritu oficinista? Mejor voy a vigilar a la recepcionista de acá... tiene cara de "saqueadora de heladeras de oficina"... jajaj
Salu2

Medias Negras dijo...

En todas las oficinas pasa lo mismo??? Acá todos le echaban la culpa a un señor mayor, todos sospechaban de él. De repente lo jubilaron, pero la comida seguía apareciendo mordisqueada... Será un espíritu oficinista? Mejor voy a vigilar a la recepcionista de acá... tiene cara de "saqueadora de heladeras de oficina"... jajaj
Salu2

Canela dijo...

noooo, entonces la recepcionista es la ladrona?

es la que robó la medialuna inyectada che! entonces te va a seguir gustando ella? mmm, lo dudo.

Besos!

Calio dijo...

Al final qué le puso? diurético o laxante??

O no entendí??

:-)

besos

Anónimo dijo...

jajjajajjajajajajjaa
inesperado!!!!!!

Sandra S. dijo...

jajajajja noooooooo como tan mala onda jajajja.....morir piola hasta la muerte jajajjajajaj.

Cariños

SoLo AciDo Mi OpiNiON dijo...

No cabe dudas que es una ladrona. Te robo las medialunas. Antes ya te habia robado el corazon.

chicosoquete dijo...

Cuando estén juntos (porque van a estar juntos) nunca le digas de este blog, sino va a saber que fuitste vos, y ahí fuiste con fritas.

GaMe dijo...

La vida te da sorpresas...
Bueno Wilfredo, ahora has comprobado que también tu amada recepcionista se afana las medialunas!
Y ese Bronto...esa oficina es como el tren fantasma del Italpark, por diossssssssssss!!!
Besotes.

Lola dijo...

jajaja!!

A lo mejor es pura casualidad...
Fea la actitud de juzgar a las personas!..espero que le haya servido de leccion...(a la recepcionista también!)

Saludos!

Anónimo dijo...

Brontosaurio...le falta poco por el apetito para ser una especie de Tiranosaurio Rex.

¿Que hiciste qué con las medialunas? Te salió el tiro por la culata...a la hora que la Recepcionista se entera que eres el responsable, la vas a pagar caro en tus ilusiones.

Saludos cordiales.

Euge! dijo...

chee capaz ese dia tenia hambre!!
o estaba aburrida, viste q cuando estas aburrida se te da por comer...

Maisa dijo...

Muy bueno...quizás la recepcionista no fue...y las medialunas???

Adsmo Kiels dijo...

Realmente,

¡La cagaste!

jajajaja

Pobre recepcionista...

Saludos!

http://logosytal.blogspot.com

Anónimo dijo...

Ya sé quién sos! Y mi placer descansa en la venganza.

Ale dijo...

Te lo merecés por malvado.

Ceci Fernandez dijo...

Ja jaja... increible... Esoy medio arasada con la lectura! pero lo disfruto a mi tiempo =P
Es feo lo que te pasó...pobre la recepcionista...! Sos un capo amigo!