miércoles, 25 de julio de 2007

Antes de ser aquel hombre

Vine en subte. Entro al vagón, lleno. Pero hay dos asientos libres.
Frunzo los labios. Me quedo parado. Por algo debe ser.
Pronto llega un oficinista anémico y se sienta ahí, como si nada. Al lado de él hay un hombre. Un grito silencioso recorre el rostro de este hombre. –¡Hijos de puta!- estalla al fin. El oficinista se sobresalta. El resto en el vagón permanecen inmóviles, como si estuvieran acostumbrados. Por eso los asientos estaban libres.
–¿Lo podés creer?- arranca el hombre. El otro mueve ambiguamente su cabeza, sin nunca mirarlo a los ojos, como si tratara con un loco. El hombre abolla su tarjeta del subte y la arroja. –¡Hijos de puta!- repite- Después de 30 años me despidieron. ¿Lo podés creer?
El oficinista anémico reitera el gesto, sin nunca mirarlo a los ojos. Va a pararse cuando el hombre lo detiene. –Me podés escuchar.- pide, imperioso- ¡Estos hijos de puta hacen como si no existiera!- grita, señalándonos con la mano.
El oficinista anémico reitera el gesto. El hombre se seca las lágrimas que recorren su rostro. –30 años y por nada. Reducción de personal. ¿Te parece?
El oficinista anémico reitera el gesto, sin nunca mirarlo a los ojos. El hombre golpea al asiento libre que está a su lado. –Hijos de puta. Me faltan 10 años para jubilarme. Decíme qué voy a hacer, ¿eh?, decíme…
El oficinista anémico reitera el gesto. El hombre vuelve a secarse las lágrimas. –30 años atragantándome con un trabajo de mierda para que me peguen una patada en el culo cuando quieran. ¿A vos te parece? ¡Hijos de puta!- grita.
El oficinista anémico reitera el gesto, sin nunca mirarlo a los ojos. El hombre se acomoda la corbata y se para. –Pero me van a escuchar, estos hijos de puta, me van a escuchar.- vaticina, encaminándose hacia la puerta del subte.
El oficinista anémico contiene una sonrisa. Tiene una anécdota para contar en el almuerzo a sus compañeros anémicos.
Alguien se sienta en el asiento del hombre. La gente cambia la posición en la que está parada, para aliviar la tensión.
Frunzo los labios. Tengo que renunciar, me digo, antes de ser aquel hombre. Cualquiera de los dos.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Ay wilfredo, el subte esta lleno de oficinistas anemicos y de gente sorda, muda y anestesiada q no escucha.. mira fijo a las luces de tubo q vuelan como destellos fuera de la ventana (en el mejor de los casos, sino, las mujeres oficinistas van mirando su reflejo y pensando si la raya al costado esta correctamente trazada y el maquilaje y la mar en coche)
Hoy subi a un vagon, y tres niños revoltosos de la calle habian abierto un matafuego... llenaron de humo el vagon.. en lugar de decirles nada, en lugar de cerrar la perilla, en lugar de moverse de lugar... Se tapaban la boca con bufandas y otros menesteres! me resulto increíble... Autómatas. Sali corriendo de ahi.
No, no quisiera llegar a eso yo tampoco.
Saludo enorme! =) un gusto leerlo, como siempre.

Leita,

Sebastián Defeo dijo...

¡Esa es la clase de comentarios que me gusta...! ¡Muchas gracias!

chicosoquete dijo...

Acá nunca pasa eso, tomo ómnibus y no subtes, y como vivo en una ciudad pequeña a las afueras de montevideo siempre que estás así hay alguien que te conoce y es al que dirigís toda tus ganas de comunicarte y putear. principalmente putear.

Anónimo dijo...

GE NI AL

me produjo muchisima "tension" y ansiedad.

Es ficcion?


yo ya nose...

beso

Anónimo dijo...

buenissssssssssssimo che.
permitime que te recomiende en mi blog.
un abrazo, Patricio

Ariana Aaron dijo...

Buena decisión, Wilfredo!

A cambiar si no está satisfecho.

Pero nos tiene que prometer que cuando esté en el otro trabajo siga escribiendo.

Wilfredo Rosas dijo...

Se lo permito, caballero Patricio. Un honor.

Wilfredo Rosas dijo...

Lamento decirle que nunca diré, señorita Naditaluz, qué es ficción y qué no...

Lietti dijo...

genial genial..... me encantó la historia... aunque... pobre tipo... 30 años laburando en esa empresa de mierda....
me encantó de verdad...
muy copada... pronto seras agregado a mis links... me gustó mucho de verdad....

tan versátil como acústica dijo...

es un gran autor, no estoy segura de si ya lo había dicho.

BuBulina dijo...

Muy bueno....
Gente así hay en todos lados, ya sean oficinistas o no... Es triste saber que personas de ese tipo se ven y mucho... Creo que es hora de marcar otros rumbos....

Wilfredo Rosas dijo...

¡Muchas gracias a todos...!
Es triste ver cómo proliferan los oficinistas anémicos en este mundo.