Es viernes. Un desgano titánico me puebla. Miro al relojito de mi monitor. Aún falta una hora para poder salir de esta oficina, reptar hasta el subte e intentar ser alguien. Una hora falta. Y es intolerable. Imposible.
–No llego a las seis.- me digo, desesperado, mientras voy a buscar un poco de ese café ácido que hay acá. Odio ese café pero me sirve para mantenerme ocupado un rato. Es todo así en esta oficina. Ganar unos minutos con el café, revisando el mail, mirándola mientras va a la fotocopiadora.
Vuelvo a mi box, con el vasito de café. Tomo un sorbo para poner cara de asco.
–¿No te gusta?- dice sonriente el estúpido de Gutiérrez que se sienta cerca.
–Tiene gusto a Napalm.- murmuro, para tirar el vasito.
Levanto mi cabeza sobre mi box y veo la oficina donde estuve tres años. Es el lugar donde supe entablar amistades entrañables, que renunciaron todas. Es el lugar donde viví un amor, no correspondido. Es el lugar donde escribí mi novela por dos años y medio, antes que formatearan mi máquina sin consultármelo. Es el lugar más parecido al Infierno que conozco. Es donde me veo atrapado. Al menos, hasta que conciba mi venganza. Porque tan fácil no les voy a dar mi renuncia. Van a sufrir estos sinvergüenzas. Sólo tengo que idear cómo.
Hasta pronto
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Como habrán notado, las historias de Donato quedaron en almanaques pasados.
Los invito a pasar por https://www.facebook.com/safarijirafas donde estoy
subien...
Hace 10 años
4 comentarios:
Propongo alguna de las plagas biblicas. De preferencia langostas, nunca van a sospechar de las langostas.
Me gusta, fijate lo que yo escribi sobre un viernes:
http://deschavandome.blogspot.com/2007/04/insospechada-depresin-de-viernes-la.html
Ay!! de esa gente que recorre blogs para promocionar los propios en los comentarios....Ay!!!!
Mirá lo que generaste, un imperio de comentarios y gente que te sigue. Usalos a tu favor.
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