lunes, 24 de diciembre de 2007

Ynglvels.

La ilusión del tiempo tiene esta macana: requiere de burocracias para perdurar. Pues el tiempo es una ilusión. Diseccionen relojes y almanaques y sólo encontrarán la arquitectura de una quimera. Horas, minutos, cumpleaños, aniversarios, días festivos y fines de año sólo existen por una funcionalidad: la de intentar atrapar al tiempo, domarlo. Incluso los fuegos artificiales arrojados en estas fechas encarnan dicha necesidad psicológica: el ruido y la luz irrumpiendo en el silencio y la oscuridad. Perdurar en el fin. Perdurar en lo incierto. Perdurar. De hecho, antiguamente, en los solsticios de verano se prendían fogatas para darle nuevas fuerzas al sol ya que desde esa fecha los días se vuelven más y más cortos. Es todo parte de un ritual: vigorizar a un ciclo para asegurar su continuidad.
Es difícil de librarse de los anhelos y las angustias que estuvieron antes de nosotros, ya sea en nuestra familia o en nuestra sociedad. Sus deseos y sus frustraciones se siguen encarnando en nuestros rituales. Es por eso que nos reunimos en Año Nuevo. Nos juntamos a temer lo incierto que se avecina. A dejar atrás lo pasado. A celebrarlo. A lamentarlo. A celebrar una cosecha nueva. Suena ridículo, pero esta fecha ubicada en el fin del almanaque es justamente la posibilidad de una cosecha nueva. Hemos heredado su ritual, seamos oficinistas o cajeros. Es una época para detenerse y mirar hacia atrás, y hacia delante. Hacer un balance. Como si los balances no pudieran ser hechos en cualquier momento. Esto es, repito, debido a la ilusión de la que les hablaba. Nos mentimos entre todos estas formas que le arrojamos al tiempo. Estos deseos y frustraciones, propias y heredadas. Lo volvemos a inventar. Nos juntamos con amigos, familiares, parejas y miramos qué hay más allá, donde los fuegos artificiales pretenden horadar. Levantamos la copa y le pedimos al sobrinito que tire otra cañita más.
Y no. Parece que estoy deprimido pero no. Por más que Amazon woman haya pasado saludando a uno por uno de la oficina salvo a mí. Sólo a mí. No, viejo, no. Ni un poco. Bah, ¿a quién miento? Hoy pan dulce y escapismo. ¡Salú!

13 comentarios:

Anónimo dijo...

salud Wilfred!

Anónimo dijo...

Che, por que no explicas un poco que le pasa a Amazon Woman? Por que te odia asi? Paso algo que no contaste? No se entiende su comportamiento, un dia te odia, otro te saca a bailar, despues te odia otra vez. Tampoco quedo muy claro como es que te corto el rostro tan de golpe, si antes de que vos le dijeses que la querias ella te habia dicho que queria blanquear la situacion en la oficina. No se entiende.

Feliz Navidad, igual!

Anónimo dijo...

no se entienden a las mujeres, maya
la puta madre es asi!

Anónimo dijo...

ah! que yegua!! eso no se hace!!! pero ese comportamiento me genera una pregunta... vos SIEMPRE te portaste bien con Amazon?? De otra manera no entiendo su comportamiento... será que hay cosas que no nos contaste?? coincido con maya...

Bueno Wil, que pases linda navidad junto a tus seres queridos... Besos!!! Marina

Anónimo dijo...

Wil, que es esperandoelpernocte? una variacion de tus pensamientos? o simplemente algun amigo que queres ayudar?

Cecilia Díaz dijo...

Felicidades!

excelente el post! totalmente de acuerdo. pero creo q hay cosas q no contaste de AW.

Voy a chusmear el otro blog... será otro de tu otro yo?

Saludos!

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Ari dijo...

Feliz pan dulce y escapismo.

Anónimo dijo...

ahhh mientras todos intentan detener el tiempo, se vuelve imperioso apresurarlo a como de lugar, ya que se ha detenido tanto que se hace dificil hasta salir de un unico pensamiento que se estanca y empieza a pudrirse de a poco....
been there, done that.

Anónimo dijo...

Will, me gusto mucho, pero mucho te reflexiòn. Es una de las que mas me gusto, posta.
Gracias
Pasto
Feliz Año

Anónimo dijo...

No se si la arbitrariedad de los dias, horas, minutos pudiera deberse a esa necesidad de dominio de la que habla...
creo mas bien en la compulsion de la especie de ordenar, clasificar, jerarquizar... puestos, gamas, categorias etc etc.
Y nada mejor representado que en un 31 de diciembre, donde parece ser que el eje del asunto es juntar a la mayor cantidad de gente, hacer la mejor de las cenas, comprar el petardo que mas ruido y luz arroje...
Si, detesto los 31. Los balances. Detesto a la gente que se propone una lista de 10000 cosas para el proximo año, como si el 2008 se tratara de la proxima reencarnacion, o la proxima de la proxima.
No obstante, y contradiciendo tooodo cuanto escribo, le deseo un comienzo con una nueva amazon (la 07 ya podria abollarse junto con el almanaque viejo), una compañera de trabajo con un poco mas de recato y todas aquellas pequeñas cosas que de chico uno le pediria a la lampara de aladino
Beso de fin de año

Anónimo dijo...

ehmm me estoy desesperando wil... un post por dios!!!
ah... estás haciendo el libro? porque alguna de las 2 condiciones de la apuesta que perdiste tenés q cumplir!

F.R.B. Administracion de RR.HH. dijo...

Me encanto lo del pan dulce y escapismo, yo estoy en una oficina en la que no soporto a casi nadie (sobre todo a mis superiores inmediatos) y el lunes en el brindis lo mio fue Champu y escapismo, menos mal que le brindis duro poco je!

Anita dijo...

Te venía a decir algo que ya te lo dijeron antes... ese comportamiento suena a enojo, estás seguro que no te agarró en nada que pueda haber sido ofensivo hacia ella?.

Aguante el brindis y el escapismo!, hoy aca están todos re panchos, mi jefa no está, su 2° se va al mediodía... WIIIIIIII!!!!