viernes, 10 de agosto de 2007

Todo vuelve a ser igual

El cuchicheo de los profetas del Apocalipsis se pierde detrás del sonido de los teclados. Todo en una oficina pasa de moda rápidamente, hasta los rumores sobre el caos más irremediable. Todo vuelve a ser igual, aunque dos hombres con turbantes se paseen entre nosotros.
Paz, al compás de Paulina Rubio. Gutiérrez, con su infaltable Hakuna matata. El que sí falta, por otro lado, es Pastelito. El Brontosaurio devora su tercer desayuno. El Patova escucha What a feeling, mientras tipea como si, al hacerlo, sacara músculos. Y Amazon woman proyecta una sombra titánica sobre la oficina. Mi teamleader… no lo veo. Debe estar al lado de la máquina de agua, hablando con mi jefe sobre productividad aunque, por dentro, fantasía con tener sexo con él ahí, en la cocina. Nasty little boy.
No. Estaba equivocado. Ahí viene el puto reprimido de mi teamleader. Viene con Pastelito. Finalmente, luego de tres meses, viene el imbécil de Pastelito, así, como si nada. Sonríe. –Hola.- saluda, uno por uno.

6 comentarios:

Wilfredo Rosas dijo...

Los sigo invitando.
"Impostergable..."
Absurdo.
Sábados 22 hs. (Puntual).
Teatro: Liberarte (Corrientes 1555, Cap. Federal).
...¡Miren que parece que Agosto es el último mes!

chicosoquete dijo...

La puta, pastelito faltó nosecuanto por una gripe y yo vivo a antigripales.

Wilfredo Rosas dijo...

Así es, señor Chicosoquete, vomite su odio. Yo pienso hacer lo mismo. Pero sobre él.

Anónimo dijo...

El puto reprimido SIEMPRE el el jefe, gerente y/o lider de algo!
Ser puto (y reprimido) tendra q ver con estar capacitado para esos puestos?

Wilfredo Rosas dijo...

Interesante teoría.
La acepto.

tan versátil como acústica dijo...

fabuloso texto wilfredo.