viernes, 4 de junio de 2010

Curso y castigo

–Esto es sumamente importante.

La frase se reitera con la precisión de la mentira. Porque no. No es. No es sumamente importante. De hecho, dentro del amplio mundo de lo prescindible y lo imbécil, mundo que comprende a todos los manuales que debí leer en mis trabajos, a todas las reuniones con mis managers, a todos los discursos de los CEOs en fiestas de fin de año, a la lista de los objetivos de la empresa que cada uno debe tener en su escritorio, y a Ramiro, pocas cosas son tan prescindibles e imbéciles como esto.

–Sumamente importante esto, ¿eh?

Lo bueno es que de vez en cuando varía el orden de las palabras. Eso lo hace un mentiroso hábil. Pues la verdad engendra múltiples maneras de ser contada. La mentira, en cambio, contempla apenas un puñado ya que quien la cuenta teme confundirse. Pero alguien diestro en el sutil arte del engaño sabe alterar un poco la manera de contar lo que no es. Y no, no miro Lie to me. Simplemente aprendí de las diversas veces en las cuales mi manager me explicó porqué no podían darme un aumento.

–Esto es sumamente importante.

Y vuelve a lo mismo. Está bien. No era tan habilidoso como parecía. Lo sobrevaloré. Resulta que está bien vestido. Tiene un iPhone. Un cargo alto en la empresa. Y tanto tiempo frecuentando oficinas me hizo creer que la cáscara define al interior, y no al revés. Culpa mía por sucumbir a su discurso, por ser permeable a su jerarquía de valores. Es en estos momentos en los cuales me reconozco como otro zombie cuando más quisiera correr hasta la ventana y lanzarme hacia el vacío. Claro que la torpeza de esta ciudad supo apuñalar los cielos con desprolijas marañas de cables, por lo cual terminaría suspendido de los mismos en vez de estrolarme contra el asfalto.

–Sumamente importante, gente.

Mierda. Quiero agarrarlo por las solapas de su carísimo saco y sacudirlo. Quiero gritarle que no es importante. Que nada lo es. Ni incluso las más elaboradas virtudes ni los más titánicos logros de la humanidad son monolitos que puedan perdurar por la eternidad. El tiempo es una bestia que devora a todo y, a su paso, deja sólo dos cosas: la certeza de que nada prevalece y el silencio. Frente a semejante vastedad y desolación, ¿cuál es la importancia de esta nueva función de un insípido programa que usamos en este insípido trabajo?

–¿Cuán importante?

Hay un instante de desconcierto. –Sumamente.- pronto corean todos, sonrientes por haber sido incluidos.

Y arranco el matafuego de la pared y con el mismo vuelvo cubistas a los rostros de cada uno acá presente mientras el grito que contuve por años se despliega entero en mi garganta y, con él, se resquebrajan las paredes y el edificio colapsa y los cables son arrastrados con él y, con ellos, los otros edificios y cada una de sus oficinas hasta despojar de paredes y cursos y cubículos y conferencias a cada oficinista allá afuera y que parpadeen, acomodando sus ojos al sol, hasta poder contemplar cómo lo importante, lo sumamente importante, aquello por lo que resignaron sueños y felicidades y horas y horas y horas y horas no es más que un puñado de polvo.

–Esto es sumamente importante.

6 comentarios:

La Gorda dijo...

Aja, y ponele que tenes una conference call donde se anuncia con bombos y platillos el nuevo objetivo de la empresa para 2015: "Road to 30 billons"

¡30 cajonetas de morlacos verdes! Y miro mi recibo de sueldo y pienso "WTF, realmente piensan motivarme con esto?"

ilegalmente rubia dijo...

pobres, dejalos que se crean que es sumamente importante...

no sabes el placer que me da leerte

y por no tener el reader ese que tienen todos pensaba que tu blog seguía abandonado, re atrasada jaja

pero bueno, me encantó ponerme al día
aunque me dejaste con la intrigada de que habrá pasado con victoria...

saludos

Unknown dijo...

Demasiada claridad. Si pierdo un gramo más de alienación, no sé si logre volver a encerrarme el lunes.
Un tono más alegre: es bueno leerlo de vuelta, Wilfredo. Es compañía en la soledad.

Diego dijo...

Que bueno que volviste...
saludos.

Pau... Muna. dijo...

Me encanta leerte Wilfredo! no te vayas más! che!

Camilo dijo...

Bueno verlo de nuevo por aca don Wilfredo. Bueno para nosotros, malo para usted, en el fondo de mi corazon esperaba que realmente el blog haya caido en el olvido por que habias encontrado algun glitch en el sistema y cual pelicula holliwoodense estabas disfrutando en hawai y tomando margaritas mientras en una laptop leias tus viejos posteos y te reias de la vida que llevabas.
La vida no es tan linda :(