Me gustaría decirlo.
Me gustaría decir que después de tantos meses empapados de silencio tuve la mujer que quería y el trabajo que quería. Que hice de mi indemnización un botecito aventurero con el cual navegar en la incertidumbre. Que vestí a mi mirada de nuevos horizontes. Que la mujer que amé me rompió el corazón en un barco carguero en la mitad del Atlántico. Que encontré consuelo leyendo a Poe y sintiéndome adolescente de nuevo, mientras el abismo rompía en olas más allá de mi ventana. Que hice el viaje inverso de mi abuelo. Y que me adentré aún más en el viejo continente. Que me enamoré de una belga en Tailandia. Que trabajé de zapatero en Vietnam. Que fui cartero en Alaska. Que la belga preparaba chocolate caliente mientras tarareaba algún tema de The Clash y mientras afuera, en Dinamarca, nevaba.
Pero no.
Soy un mediocre.
Soy un hombre vestido de resignaciones.
De temores.
Soy un hombre que no hizo de su indemnización un botecito aventurero. Sino un colchón en el cual dormir hasta poder conseguir un nuevo empleo.
Un nuevo empleo. Un nuevo edificio.
Un edificio desapercibido en el microcentro se despereza entre la vereda ridículamente angosta y el cielo. Fachada vieja y resquebrajada me presenta. Mi primera vez adentro, esta mañana. Poco sé del trabajo. Y lo poco que sé no me intriga como esa mujer belga que nunca fue. O que nunca fue conmigo, al menos.
Un hombre de seguridad anota mi nombre en una servilleta de papel y la deja con otros papeles. Entro.
Cubículos.
Malditos cubículos.
Otra vez.
Un piso amatambrado de personas en escritorios insípidos, con fotos que pretenden apuñalar al gris. Pero que no lo logran. Una oleada de conversaciones y de miradas me escolta. No sé para dónde caminar. No me guío por lo que me dicen mis zapatos.
–¡Huí!- me dice el zapato izquierdo.
–Dale, volvamos, que nos falta un par de capítulos de la quinta de Lost y escuché que se pone, ¿eh?
Descubro entre el mar de rostros la cara de la chica que me hizo las entrevista. La saludo. Me lleva hasta mi jefe, quien me estrecha una mano sudorosa y me presenta a mi grupo.
–¿Wilfredo? ¿No tenían un nombre más piola tus viejos?- me dice un pibe.
Lo miro.
Sonrío.
Quiero arrancar el matafuegos y golpearle el rostro una y otra vez, mientras le grito: –¡Morí, hijo de puta, morí!- y que su sangre se despligue por toda la oficina.
Pero me contengo. Tal vez sólo sea el malhumor propio de los lunes.
De todas formas, hago un identikit mental del pibe.
Mi jefe me pide que me describa, que hable de mí. ¿Por qué? No estamos en un asalto. Ni en un chat. Ni en otra variación de la adolescencia. Balbuceo un par de palabras sin pensar.
Pero no se detiene en mí, no.
La ronda continúa. Cada cual se me presenta. Sonrío, asiento con la cabeza, tras cada interlocutor nuevo. Pero no quiero estar acá. Esa es la verdad. Miro por la ventana. El cielo arañado por cables, apuñalado por ciudad. Un hombre martilla algo en una terraza vecina, bajo el sol. ¿El querrá también una belga que canturree canciones de The Clash mientras prepara chocolate caliente y afuera nieva y uno la mire, se sonría, y la abrace desde atrás, besándole el cuello…?
Me perdí. Una tal Florencia me está diciendo que su color favorito es el violeta.
No. No me perdí. Me hundí.
La ronda termina. Mi jefe me da las llaves de mi cajonera. Y me comenta que mañana comienza mi training. Que puedo irme por hoy.
–Ah, tranquilo. Vos manejate.- me dice el mismo pibe. Ramiro. Ramiro se llama. Entre el balbuceo de presentaciones rescaté su nombre. Quizá fue por casualidad. Quizás por instinto innato de archienemigo.
Bajo en el ascensor. Saludo bajando apenas la cabeza al hombre de seguridad. Él me mira. Y busca la servilleta. Lee mi nombre. Y me saluda bajando su cabeza. Arroja la servilleta a la basura. ¿Será ese un precario sistema de seguridad? ¿O sólo una eludida suya contra el tedio, una manera de justificar que se pasa horas sentado sin nada que hacer realmente?
Salgo.
Miro al edificio desapercibido. Entre su fachada veja y resquebrajada puedo ver algo. Pero no se ve bien qué...
Una frase.
Es una frase.
Entrecierro los ojos.
Abandone toda esperanza quien entre aquí, leo.
Hasta pronto
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Como habrán notado, las historias de Donato quedaron en almanaques pasados.
Los invito a pasar por https://www.facebook.com/safarijirafas donde estoy
subien...
Hace 10 años
31 comentarios:
NO ME LO ESPERABA CARAJOOOOOO!!!
Asi que siguen tus aventuras Wil? :P
Es buenisimo que empiezes desde el principio.... creo que lo mas feo de los laburos es empezar, no conocer a nadie y sentirse ajeno a todo... si pasas eso, despues podes sentirte mal pero tenes algo de cintura
Mucha suerte con tu nuevo infierno Wil!
Que hayas vuelto alegró mi lunes, definitivamente. Gracias y besos.
¡Volviste! Me alegro de que el panorama de enemigos se renueve.
Afortunadamente siempre hay matafuegos en las oficinas, siempre listos a brindarte una ayudita contundente. Algún día la usarás.
Saludos!
¿Cómo se dieron cuenta que esto volvió si estuvo cerrado desde Octubre del año pasado, seré curioso...?
No me gusta leerte desalentado Wil. Los que te seguimos, los que nos sorprendimos y nos alegramos de la vuelta queremos leerte bien!
Me encanta tenerte de nuevo en la cybervida!
Otra vez a favoritos, espero que podamos leerte al menos 3 veces por semana, como en las viejas épocas!
Besitos!
Clap, clap, clap.
Will este blog es una de las razones para estar en mi oficina los lunes, miércoles y viernes.
Bienvenido!!!
Chapa.
hola will, excelente tu blog! merece varias lecturas, es super intenso
congraT!!
Hola Will!! buenísimo tu regreso!! Ponele onda a tu nievo laburo, dale!!
¿Bienvenido?
Bah, un gusto tenerte devuelta, estimado Wilfredo.
Aunque realmente lo que nos comentas, es desesperanzador...
¿Porque caer devuelta en lo mismo? ¿Donde quedo tu valor? ¿Que hiciste con la guita...? ¿No sera que tus ganas de asesinar realmente son mas fuertes que vos y por eso tenes que estar en una oficina?
Vamos, Will..!
Podes sacar de adentro todo lo tuyo y hacer lo que sabes!
No he comentado antes (de que termines la anterior etapa) porque no llegue, pero me alegro mucho que hayas vuelto a postear, realmente me alegraste el lunes, es como descubrir un capitulo nuevo de tu libro favorito o algo asi.
Espero que sigas posteando seguido y deseo secretamente que vuelva el vengador anonimo! jaja.
Ah, la gente se entero rapidamente probablemente igual que yo, porque nunca te saco de sus feeds y hoy aparecio una actualizacion.
Zoretman tiene razón, al menos así fue mi caso.
"estupido es aquel que hace lo mismo y espera diferente resultado"
Albertito Einstein
Sin animo de ofender.
Igual prefiero a Cerbero a ciertos personajes mas siniestros!!!
Me extraña la pregunta, señor Wilfredo. Me (y supongo que NOS) avisó el Google Reader. ¿Lo saco ya de la categoría "blogs muertitos"?
cero onda co el google reader, yo entraba todos los dias a mis favoritos, y justo justo cuando las esperanzas se habian agotado, henos aqui again...
te leo...
lore
Exacto, alabado sea el Google Reader.
escribís muy bien.
lástima que te estés pudriendo en un cubículo, como la mayoría de nosotros.
en extrañas formas derivan los cubículos.
lavorare stanca
saludos
k.
Bkn!!!! Genial que hayas vuelto después de tanto tiempo!
Es un gusto volver a leerte :)
Saludos!
NO LO PUEDO CREEEEERRRRRRR!!!!!!!!!
Por fin che!! todos las semanas entrè y si, octubre es mucho tiempo!
buena suerte!! :)
Por fin che!! todos las semanas entrè y si, octubre es mucho tiempo!
buena suerte!! :)
NONONONO VOLVIOOOO SIIIIII
Lo Empece A Leer En Un Laburo. Y Ahora Arranca Cuando Estoy En Un Laburo Nuevo... Encima Lo Lei para un momento en el que estaba como el... y me echaron tambien... y ahora laburo nuevo siiii
sos dios man... sos dios....
Genial el entrar y poder volver a leerte... Una alegria muy grande. Te mando un saludo.
buenísimo encontrarte nuvamente. buenísimo por el lado de la prosa y mejor aún por la música que fui descubriendo gracias a vos (tarja turunen, vashti bunyan y demases novedades para mi altergado oído)
abrazo
Estuve medio muerta la semana pasada y no fui a trabajar, pero de todos modos, creo, como la mayoria, que aunque hayas "cerrado" el blog en octubre, de tanto en tanto curioseamos la pagina para fantasear con la novedad de algun escrito que nos haga volar la imaginacion por esos minutos que dure. =)
Que bueno que volviste!
Congrats!
PD: oficina = gris
microcentro = gris
cubiculos = gris
compañeros descerebrados cuasi ameboides que poseen ganglios monorespuesta en lugar de cerebro = muerte
conclucion: muerte gris!... sad, really sad!
Yo me di cuenta de que volviste porque vine a chusmear a partir de tu comentario en mi blog. Digo esto, por empezar, para responder a tu pregunta de allá arriba.
Ahora bien, digo lo que quiero decir que es... es que... es: ¿me suicido?
Me encantó este relato. Cómo está llevado, digo, porque su contenido es algo así como un escupitajo con forma de cinta fílmica que cae al piso y se proyecta.
Es hora de salir del agujero interior. Es posible. Un placer pasar por acá. Voy a seguir leyendo. Besos.
a meterle huevos carajoooo
SEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE
Al fin Wil... WELCOME BACK!
Que como hice para saber que estabas de nuevo??? Facil..., todos los Lunes, Miercoles y Viernes desde octubre de 2008... apenas llegaba al trabajo entraba a la URL que esta en favoritos... nunca la saque de ahi...
Te seguire leyendo como antes, como siempre...
Un abrazo
será que conseguiste laburo donde yo laburo?
jajaja... yo cada tanto entraba y veía que no había nada y me iba (me aprendí el título de memoria, soy un campeón). Creo que nunca había comentado, pero realmente es demostrativo de que tu blog está bueno el hecho de que la gente siga entrando varios meses después a ver si hay algo nuevo.
Lástima que te insuma tanto dolor y sacrificio a vos, el hecho de darle placer a la gente que te lee... pero bueh... ¿qué te puedo decir? Así se hace el arte loco...
entré de casualidad... desde noviembre que no pasaba... y hoy, esperando el milagro y se dió!!!
No puedo creer esto, entre con resignación, casi esperando que estuviera todo como siempre. Pero no!!!... que locura que hayas vuelto, gracias loco!!!... Me llamo Esteban, no importa, pero para que no aparezca sólo como anónimo... Bye
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